Juan Vela Sánchez
Juan nos cuenta que antiguamente sobre el año cuarenta y seis hasta el año cincuenta y algo, el pueblo de Conil, contaba con cuatro accesos donde se cobraba un canon a todo aquel que entraba al pueblo con productos del campo, a este canon se le llamo “El Consumo”.
Uno de los puntos de “El consumo” era la “puerta del cojo” y otro punto que nos detalla Juan, es el famoso “El punto”.
En los puntos de entrada, se encontraba una persona en una caseta, que realizaba la labor del control de acceso, llamado “El consumista” el cual preguntaba a las personas si tenían algo que declarar controlando y calculando el precio a pagar por el acceso con los productos en base a un listado de precios que podéis ver en los documentos del Archivo Histórico.
Todo lo que entraba en el pueblo de Conil, tenía que pagar “El consumo”, y si no se disponía de dinero, había que volverse con lo que uno llevase, el conejo, la gallina, el azúcar… o pasar sin ello dejándolo en la entrada a “El consumista”, aunque no se sabe si se lo quedaba el propio consumista o el Ayuntamiento.
Aproximadamente el 80% de los Conileñ@s vivian en el campo, ya que ofrecía otra calidad de vida y cualidades de vivir, como por ejemplo en el pueblo se cobraba por el carbón que se utilizaba para la cocina mientras en el campo se reunía leña para la cocina.
Ordenanza Municipal. Caja nº 95 ( 1950)
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